El día 2 de Octubre se ha elegido este año como fecha que nos recuerde la existencia de una realidad silenciosa de la que tenemos que hacernos eco: la DEPRESIÓN.
Se trata de un trastorno del estado del ánimo que puede resultar altamente incapacitante en función de su intensidad y con el que no podemos frivolizar dada la tasa de prevalencia: casi una cuarta parte de la población se habrá sentido cercana a ella o bien la ha padecido en algún momento de su vida. Ello no debe ser silenciado, pero tampoco debe hacernos pensar en modo alguno que no se pueden invertir estas cifras o abreviar la duración de este proceso siempre y cuando sepamos actuar.
Depresión no es simple tristeza, depresión no es sólo falta de amor por uno mismo o una visión pesimista del futuro y del entorno, que también; depresión es la falta grave de Esperanza. Esta es la verdadera herida que nos hace cada vez más vulnerables si no sabemos entenderla y acompañarla. La expresión dolorida de este sentimiento tiene además una clínica que se expresa con cansancio, ansiedad, irritación, falta de interés por las cosas, dolores físicos, preocupaciones somáticas, sensación de inutilidad, y en general un desvalimiento del sujeto que le hace sentirse en situación de emergencia primero, y de abandono después.
Claro, hay grados, pero sobre todo, hay personas. Somos las personas que estamos cerca del deprimido, las que podemos ayudar de forma eficaz y válida en el proceso. Sabiendo que se puede salir, apoyando al afectado, instándole a que busque ayuda médica y psicológica en primer lugar, y acompañando…
En una sociedad como la nuestra cada vez más fragmentada familiarmente y con difíciles reestructuraciones económicas y laborales agudizadas por la crisis; y en constante necesidad de cambio para el sujeto, ofrecemos desde nuestra Asociación el apoyo psicoterapéutico y familiar y el consejo necesario a nuestros ciudadanos.